Sarga cruzada Vs sarga quebrada
Después de mi anterior post “Tu fular no es de sarga cruzada” es normal que te sientas confundida. Llevamos años buscando, usando, y comprando “fulares de sarga cruzada”. ¡Y ahora resulta que NO son de sarga cruzada, son de sarga quebrada! Aunque también en esto hay matices y matices ;D.
Es muy probable que tu fular sea de sarga quebrada y no de sarga cruzada. Pero no te han engañado, por lo menos no con conocimiento de causa. Sólo que le llamábamos con el nombre erróneo.
De hecho la mayoría de las marcas que utilizan sólo este tipo de tejido lo dicen en sus webs .Pero en castellano (y antes también en francés), ha sido un término que hemos traducido mal o confundido. Por lo tanto, lo hemos dado por bueno sin serlo. Mal explicado, mal comprendido, y/o posiblemente mal traducido. Y esto nos ha llevado a error. Lo cual no quiere decir que tu fular que antes se llamaba Pedro y era bueno, ahora se llame Julián, y sea malo. Tu fular sigue siendo lo que te vendieron como fular.
Incluso en el caso de que hayas comprado un fular de sarga cruzada, la de verdad, cosa poco probable, sus características hacen de él un buen tejido para portear.
Clasificación de Los Tejidos de los Fulares
Para ayudarnos a esclarecer esto, simplemente nos vamos a ir a la clasificación de telas existentes. Los tejidos que usamos como fulares se pueden englobar en un tipo de tejido. Hablamos de los fulares “rígidos”, “de sarga”, de jacquard, de sarga diamante… Actualmente muchas nuevas marcas de fulares invaden el mercado nacional e internacional, y usan todos estos tipo de armaduras de tejidos, pero también otros nuevos que están apareciendo. Todos ellos son:
1. Tejidos de calada o tejidos planos
De hecho una de las pruebas de que no sabíamos muy bien de qué hablábamos está en estos cambios de denominación que han ido surgiendo a lo largo de los años en que el Porteo New Generation o Porteo Continuum se ha ido instalando no sólo en el mundo, sino en España y otros países de lengua castellana.
En aquellos primeros años los fulares “buenos para portear” eran de «sarga cruzada», en realidad sarga quebrada. Evidentemente, existían otras técnicas, que eran también aquellas generalmente empleadas por marcas más baratas.
Si has probado un fular de los antiguos Amazonas, por ejemplo, entenderás de que te hablo. O simplemente un fular de gama baja en la actualidad. Así, los que tenían éxito eran los fulares de «sarga cruzada»… y ya había por supuesto diferencias y diferentes calidades.
Al conjunto de ellos brevemente se les llamo «tejidos» y «no tejidos», pero no caló, no era cierto. Luego se habló de «rígidos» y «elásticos», cosa que tampoco es cierta porque los fulares no son rígidos y se caracterizan precisamente por su adaptabilidad. Por eso precisamente decimos que «son elásticos en la diagonal». Posteriormente se ha extendido el nombre genérico de «fulares tejidos» para los tejidos planos y «fulares elásticos y semielásticos» para los otros.. Sin embargo, una vez más los tres tipos son «fulares tejidos». En fin, que de algún modo, aún no lo teníamos bien claro.
Los “otros” fulares, los que llamamos elásticos y semielásticos y que es más que probable que no cambien de nombre :P, pertenecen ambos a la categoría de:
2. Tejidos de Punto
Para ellos se emplean otro tipo de tejedoras. Además, no son éstas las dos únicas categorías en las que se pueden clasificar los tejidos, pero no nos conciernen (por ejemplo los tejidos triaxiales, gasas de vuelta, etc..). Por último los «no tejidos» como el fieltro, entre otros.
Así, por ejemplo, tendríamos una clasificación :

Este listado no es exhaustivo. Además algunas marcas prueban incluso otros tipos de armaduras cuyos diseños llamativos suelen atraer al consumidor(a).
¿Son estas armaduras buenas para portear?
Unas sí y otras no, dependiendo de varios factores, como la armadura, el diseño y la composición, fundamentalmente. Pero las que sí, dadas las características de cada armadura y del tejido , es posible que para optimizar su uso tengamos que saber con cual de ellas estamos trabajando y adaptar los nudos a nuestro tejido.
La asesora de porteo y los talleres de porteo
¿En qué influye eso en mi aprendizaje del uso de mi fular? Pues en mucho, porque a partir del tejido que tenemos es mucho más fácil saber cómo manejar tu fular. Pero también qué nudos son óptimos para su uso y cuáles no para el tipo de tejido que estás usando.
Eso también significa que en lugar de hacer o ir a un taller de «nudos» cruz envuelta, canguro y doble hamaca, la Asesora de porteo deberá saber PRIMERO qué fulares se están manejando en «ese» taller. Así, adaptará los nudos que va a enseñar a la mayoría de los mismos. Debe saber dar las indicaciones oportunas para que optimicemos nuestro fular (si no es de los de la «mayoría»).
Por último y no menos importante… ¡el negocio!
Muchas son las marcas, pequeñas o grandes empresas que se inician en este aparente próspero y sin duda consolidado mercado. Y a su vez, no podemos perder de vista que son esos mismos fabricantes de portabebés los responsables de la búsqueda de que esos tejidos, concepciones, y otros materiales estén adaptados para la utilidad para la que es su destino final y ofrecerlos con conocimiento de causa. La información que proporcionen debe ser concreta y adecuada al tipo de fular que estás comprando.
No es ni más ni menos la información necesaria para que el consumidor pueda tomar una decisión con respecto a su compra.
Como consumidores tenemos que comprender que la idoneidad de un tejido para su uso como portabebé no es un capricho de color o de un dibujo. Es una sabia combinación realizada, entre otros, por un ingeniero textil, un diseñador y muy probablemente todo un equipo. Todos ellos, por medio de una máquina y tejiendo esos hilos, les confieren unas características adecuadas al uso. La personalización, el colorido, el dibujo final ayudan a conseguir esas características y a que no sea un puro objeto estético, pero inservible.
Así que NO cualquiera lanza marcas eficaces para portear. NO cualquiera fabrica buenos portabebés, salvo que realmente exista un verdadero interés por ello. Y puede que no den con su «fórmula» a la primera. Infórmate y sé consciente de lo que vendes, para que nosotros podamos ser conscientes de lo que compramos.
Y tú ¿sabes cuál es el tejido de tu fular?