Las sensaciones de portear a tu bebe
Más allá de portear porque nos han dicho que «es bueno», portear es ayudarnos de un instrumento para poder mantener a nuestros hijos cerca, el mayor tiempo posible. Pero también con el menor esfuerzo posible para nuestro cuerpo, es decir de forma fisiológica y respetuosa de ambos cuerpos.

Sin embargo, portear también es escucharse, es sentir. Portear es tambien aprender a conocer a nuestro hijo físicamente. Dejar que el cuerpo nos hable, compartir emociones y movimientos, dejar que la serenidad pase entre ambos. Notar las sensaciones que, en todo momento, nos indican un gran abanico de cosas y que realmente nos hacen valorar y disfrutar el llevar a nuestros bebes cerca.
Es entonces cuando algunas y algunos nos damos cuenta de que nos volvemos enormemente instintivos. Como feroces leonas y leones para quienes se hace evidente la necesidad de portear al bebe. En estos casos las sensaciones se vuelven primordiales y casi de vital importancia.
El placer de comunicarse
La percepción reciproca de las señales corporales y las emociones del otro son, sin duda, lazos intensos y estrechos que se imprimen con cada una de las pequeñas cosas que nos alimentan profundamente:
- oler el cabello de nuestro bebe,
- tenerle a la altura de nuestros besos,
- sentir su aliento sobre nuestra nuca,
- sentir su cuerpo relajado mientras duerme profundamente contra nosotros,
- notar su mano que te abraza.
Esta proximidad corporal se vuelve no solo física, sino psicológica. Juega incontestablemente un papel de refuerzo importantísimo en el conocimiento mas profundo de nuestros hijos. Tendemos a tener una mayor confianza en nosotros mismos y en nuestra manera de hacer y criar. Nos ayuda más aún a ser expertos en nuestros hijos.
La tranquilidad de esta manera de compartir se refleja igualmente en nuestros bebes. Ellos disfrutan de una gran confianza al saberse mejor comprendidos. Para nosotros, se vuelve cada vez más facil reforzar esto a medida que crecen. Huyendo de los tópicos de los «caprichos» en la crianza y viendo mejor y forma evidente instintos de supervivencia y búsqueda de amor en muchos casos. Así llegamos más fácilmente al conocimiento de nuestros hijos de una manera íntima y eficaz.
¡Escucha tu cuerpo!
También te envía señales en tus reacciones físicas
Recuerda que los mensajes de tu cuerpo también tienen un sentido:
- En el porteo, las sensaciones, la fisiología corporal y la seguridad también pasan por las sensaciones correctas:
Si te sientes incómoda o tienes la necesidad de modificar tu posición, inclinándote hacia adelante o hacia detrás, o lateralmente en función del tipo de porteo. Si sientes que tienes que sujetar a tu bebé, es posible que necesites mejorar alguno de los puntos iniciales (1, 2 ó 3). - El bebé debe estar correctamente sentado, y las caderas en la posición adecuada, lo que acerca su centro de gravedad al tuyo y disminuye considerablemente la sensación de peso.
- Ser porteado de forma correcta permite al bebé ser actor del porteo. A medida que el bebé crece tienes que notar que realiza apoyos contra tí y tiene libertad de movimientos.
- También hacemos ejercicio en movimiento que nos permite adaptar nuestra actividad al estado del bebé. Les ayuda a un control temprano de su cabeza y tronco superior.
- El porteador siente inmediatamente si existe el menor problema y puede reaccionar al instante.
Y a ti ¿que te gusta mas de portear a tus hijos?
¿Te dejas llevar por las sensaciones o por los beneficios?
¡Nosotros nos dejamos llevar por las sensaciones!

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