El Portabebe tonga®, o mejor dicho, el Ayuda Brazos Tonga® llegó a nuestro hogar al poco de conocerlo vía Internet. Mi entonces único hijo tenía alrededor de 6-7 meses y pesaba unos 8kg. Inicialmente nos costó un poco regular la anilla, pero una vez hecho fue toda una sorpresa.
Tuvo un rápido éxito no sólo para la pareja, madre-bebé, sino también, y mucho para la pareja padre-bebe. No sólo le encontramos muchas ventajas sino que además nos conquistó rápidamente.
Se debe de usar con niños que ya se mantienen sentados por sí mismos y en posición vertical.
El Portabebe tonga® y su uso:
Tonga® es una hamaca o redecilla tejida en algodón que permite llevar al bebé de manera puntual, es decir, durante períodos cortos, pues es un portabebé asimétrico cuyo punto de apoyo se hace en un solo hombro. El bebé se puede colocar erguido sobre la cadera, erguido sobre el vientre, y en bebés pequeñitos también los podemos instalar en posición de cuna para amamantar.
Con niños más grandes podemos llevar incluso en la espalda. El bebé debe disponer de una buena tonicidad muscular. Efectivamente en el Tonga® el bebé tiene que tener, desde el punto de vista muscular, una estabilidad durable contra el porteador procurándole un buen equilibrio y sostenibilidad de su base y de su espalda. Es un portabebé reclama la actividad muscular del bebé más que ningún otro.
Podemos utilizar el Tonga® a la cadera, especialmente cuando el bebé sabe agarrarse a su porteador. Cuando el bebé es perfectamente activo en el mantenimiento de su cuerpo y cuando nosotros nos sentimos en confianza para hacerlo.
Con mi pequeñaja acostumbrada al porteo la verdad es que ha sido muy rápido. El porteo ventral es más confortable, como en cualquier portabebé, cuando son bebés pequeñitos, y perfectos para el piel con piel en veranito o cuando están malitos. El porteo en la espalda va a depender de la experiencia de la pareja porteador/bebe. También sirve de portamuñecas reduciéndolo al máximo.
Fabricado en Francia se realiza en dos modelos:
El Tonga® no ajustable por tallas:
Existe en 4 tallas diferentes S, M, L y XL. Para saber la talla a elegir debemos medirnos la distancia entre el hombro y la cresta de la cadera opuesta. No comercializado en España por el momento tiene el inconveniente de no poderse pasar de una persona a otra si estas no tienen la misma complexión física. Además pasar de un bebé a otro con gran diferencia de edad tampoco es fácil pues no se puede regular.
El Tonga® regulable.
La regulación es posible gracias a una anilla reductora de plástico. Enrollando la maya alrededor de la misma podemos reducir el diámetro del Tonga® y adaptarlo a la mayor parte de las morfologías. La regulación se hace poco a poco y una vez colocado no podemos volver a reajustarlo. Tampoco es un ajuste de gran precisión como en una bandolera en la que deslizamos la tela a través de las dos anillas. Pero no deja de ser ingenioso y práctico. Al enrollar el tejido en la anilla se forma una pequeña almohadilla de cierto espesor que hace que apenas sintamos el contacto con el plastico.
En casa utilizamos el Tonga® todos los días y quien me conoce sabe que soy una fan incondicional. Tanto con mi hijo mayor, de 3 años como con la pequeñita de 6 meses. Con el mayor fundamentalmente en la cadera, pero nos estamos introduciendo en el porteo a la espalda, que nos ha sorprendido gratamente a los dos. Muy activo para él, inusitadamente cómodo para mi. Con la pequeña tanto en el vientre como en la cadera, y en muchas ocasiones en posición de cuna o erguida para amamantar.
Jugar en tonga®
Lo encuentro especialmente útil con el mayor para sus necesidades actuales y desde hace ya bastante tiempo. Su demanda de porteo es de cortos períodos y la mayor parte del tiempo cuando tiene ganas de participar en lo que yo hago, o cuando está cansado de caminar en una salida familiar.
Juega a lanzarse hacia atrás, pregunta cosas, atrapa objetos, cantamos juntos de camino al cole por las mañanas mientras va casi dormido, busca y encuentra el lugar que hasta ahora ocupaba él en brazos de mama y que ahora debe compartir con su hermanita.
Para él jugar a guardar el equilibrio en el Tonga® es divertido, y es su “Onga”. Cuando se cansa o encuentra algo de mayor interés se baja rápidamente y corre al encuentro de sus desvelos.
El portabebe tonga® es su preferido desde hace mucho tiempo. Poco o casi nada voluminoso, pues cabe en un bolsillo, le deja una gran libertad de movimientos. Mucho más que otros dispositivos.
En el porteo en la espalda podríamos creer que el niño no se encuentra seguro, ya que la redecilla extensible cubre poco su espalda. Sin embargo para un niño acostumbrado al porteo es un ejercicio fácil sentarse en un asiento bien sostenido y bien regulado hasta la corva de sus rodillas, donde sólamente se encuentra cubierta la parte inferior.
Además, yo me encuentro en seguridad, siempre atenta a pesar de todo a que mi grandullón se encuentre en buena tonicidad y activo en el mantenimiento de su cuerpo. Si siento que se relaja demasiado, le pido de se agarre de nuevo a mama, acercándose. Si siento que está cansado simplemente le vuelvo a poner en la cadera para sostenerle yo manualmente. Quizás necesita una siesta.
Este portabebé tiene su origen en un portabebé tradicional de Togo. Y lo puedes encontrar tanto en establecimientos especializados como a través de la página web: http://tonga.fr
Ya hará un mes que vivimos con el Tonga, y la verdad es que estamos encantadísimos. Mi marido (el de la foto con el tongo naranja) cada día está más enamorado de él. Supongo que lo ve como un portabebé más masculino que la bandolera (con la cual nunca quiso salir de casa). Por casa me es imprescindible, a la peque le encanta. Cuando quiere bracitos y le digo: «Espera, que cojo el tonga..» salta de alegría y alza los brazos riendo, está muy feliz. A mi me va muy bien, lo combino con la Ergo (aunque utilizo ya más el Tonga que la Ergo). Estoy feliz de haberlo descubierto, y ya tengo ganas de probarlo en verano. Cuando salgo con el cochecito, el Tonga no falta en mi bolsillo (porque seguramente volveré con el carro lleno de la compra y la peque a brazos). 🙂
Un saludo!
Me alegro mucho Monste!! Gracias por contarnos tu experiencia!!
Un abrazo! :))
Yo también tengo un tonga. Menos mal q el mío lo regulaste tú q si no creo q todavía estaría haciéndolo, jejejje
La verdad es q estoy encantada pq se coloca rápida y fácilmente y la peque va tan pancha. Además cabe en el bolso así q siempre q salimos va conmigo, una gozada
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