¿Por qué tu bebé no quiere que le portees?

tu bebe no quiere ser porteadoTu bebé no quiere ser porteado..  eso a pesar de que responde a una necesidad primaria e instintiva del ser humano, a pesar de que, está demostrado, es beneficioso para el bienestar y el desarrollo del bebé, a veces dá la impresión de que tu bebé no quiere ser porteado en absoluto y incluso, a veces, llora.

¿No dice tanta gente que el contacto y el porteo deberían calmarle y tu bebé no deja de llorar?

Cuando intentas portear a tu bebé,

¿llora? ¿Tu bebé se agita y no se deja instalar en el portabebé?

¿No debería ser el porteo un medio para calmarle?

¿Tu bebé se estira, se arquea y se pone en posición contraria a la posición fisiólogica aconsejada? 

O a lo mejor, ¿parece que ya no le gusta ser porteado a pesar de que hasta ahora todo parecía indicar lo contrario?

Estas son algunas de las posibilidades que te pueden ayudar a comprender que es lo que puede estar ocurriendo:

Si te acabas de iniciar en la práctica del porteo, puedes leer antes este post.

1. Tu bebé ya tiene X meses y comienzas a portear

A veces nuestro bebé es un poco reticente al porteo. No está forzosamente acostumbrado al contacto y/o sobre todo a la posición y a sentirse contenido. Ten paciencia, habla con él (ella) y explícale lo que estás haciendo. A veces es útil iniciarse con el portabebé sin colocar totalmente, aumentar poco a poco el tiempo de porteo, realizar una actividad lúdica o por ejemplo con portabebés tipo “ayuda brazos” que permiten más libertad al niño o bebé.

Algunas madres cuentan que se van a dar un paseo enseguida y rápidamente el bebé comienza a ver el mundo a nuestra altura con más interés. Encuentra la novedad en el ambiente y no en el contenido que sigue siendo: cerca de ti.

2. Llorar antes de dormir

Algunos bebés lloran poco antes de dormirse. La actividad es a veces importante y tu bebé, a pesar de estar cansado, quiere seguir, incluso si tú ves perfectamente su cansancio en sus gestos, su cara…  Intenta balancearte, bailar, moverte o pasear antes de retirarle del portabebé. Si a los pocos minutos se duerme…. es que era más fuerte el sueño que la curiosidad.

3. Una reacción tardía

Los bebés pequeños no reaccionan de inmediato a las diferentes causas que les pueden hacer llorar. En ocasiones el bebé tarda hasta 15 y 30 minutos en reaccionar, por lo que asociar el llanto al momento en que le vamos a portear no es siempre correcto. Piensa si ha habido alguna manipulación brusca o algo desagradable que haya podido ocurrir previamente.

4. Un portabebé demasiado grande o poco adecuado a la fisiología de tu bebé

No es poco frecuente que hayamos comprado un portabebé que, por sus instrucciones o por la persona o establecimiento que nos lo ha vendido, sea poco adecuado a la edad de nuestro bebé.

Esto ocurre muy a menudo con algunos portabebés ergonómicos que se venden como «buenos» o aceptables desde la primera edad de nuestro bebé. Para ello utilizan reductores, cojines y «apaños» similares.

¿Cuál es el origen de esto? Pues, sencillamente, que por definición de producto no se podría llamar portabebés si no tuvieran esa adaptación que en muchas ocasiones (salvo contadas excepciones) son “apaños” que realmente no están adaptados a toda la etapa en la que el bebé es demasiado pequeño para sea instalado en el portabebé sin ese dispositivo reductor. Así, es muy corriente que un bebé pequeñito llore en un portabebé demasiado grande y no adaptado para él.

Y sí, me refiero a portabebés tipo manduca o ergobaby en los que tú bebé no puede estar sentado en la parte más grande del asiento, ya que sus pequeñas piernecitas, su cadera y sus articulaciones no pueden abrirse. Para solventar este tiempo anterior, crean dispositivos reductores que no siempre cumplen su funcionalidad correctamente y muchas veces en función del niño, y a lo largo de todo el período hasta llegar al asiento final.

5. Tu bebé puede ser muy sensible a los cambios de posición.

Es relativamente frecuente que tras el embarazo y el parto, sobre todo partos largos, difíciles o en los que ha habido utilización de forceps, o ventosa, el bebé sufra de tensiones que hagan más difíciles para él adoptar la posición fisiológica. Son bebés que tienen tendencia a estirar las piernas, estirar la espalda e incluso arquearse hacia atrás. Este tipo de molestias suelen tener lugar en la nuca, la espalda y/o el cráneo. No son sólo durante el porteo, aunque es en este momento en el que quizás las detectamos con claridad, pues el bebé manifiesta su incomodidad. También podemos verlo cuando tumbamos al bebé sobre su espalda y se posiciona arqueado.

Hay bebés que pueden ser sensibles a la tortícolis congenita o incluso al Síndrome de Kiss (similar a la tortícolis pero en la primera cervical). Además de observar su posición sin portabebé, observa si tu bebé pone la cabeza siempre hacia el mismo lado.

Observa su posición hacia ambos lados

En ese caso, la osteopatía y la fisioterapia suelen ser beneficiosas. (A mi me gusta especialmente la osteopatía tisular). Si es posible, acude a alguien especializado en bebés o niños. Además, se pueden tomar otro tipo de precauciones en los gestos cotidianos. A la hora del cambio del bebé, de llevarle en brazos sin portabebé, de acostarle… En ocasiones, el portabebé utilizado puede aumentar esas posiciones que favorecen y aumentan las tensiones.

Algunas madres describen posiciones arqueadas cuando los bebés duermen tumbados. Por sí mismas, son un signo que no vemos claro hasta que sabemos que no es normal. En cualquier caso, el bebé no siempre llora por el porteo en sí, sino por una molestia en una posición, sea ésta la que sea. Lo que el bebé busca es una posición diferente para no tener esa molestia o dolor.

Imagina cuando has tenido una tortícolis en el cuello. Para el bebé, esa molestia implica un cambio de posición de todo su cuerpo para evitar el dolor. Si la posición activa su dolor tiende  a protegerse.

6. Una cadera demasiado abierta o un asiento demasiado grande

Aunque esto eso un poco volver a la causa número 3: una posición poco adecuada para el bebé también puede ocurrir en portabebés que son más adaptables, como los fulares de punto (o elásticos) o los fulares de tejido plano, ya que a veces no posicionamos correctamente al bebe. Date tiempo y observa.

El bebé nace con un fuerte tono muscular en todo su tronco: espalda y cadera. Sin embargo, su cuello, sus manitas y sus piernas están más relajadas o con tono muscular mucho más bajo (hipotonía normal de nacimiento). Es por eso que cuidaremos de no forzar su posición, protegiendo su tono muscular, sin forzar, especialmente en la cadera y pelvis.

El bebé pequeño debe ser sostenido por su base con las piernitas tal y cómo las ponga él naturalmente mientras está sobre tu pecho. No es necesario que haya un «barriga con barriga». Hay bebés que abren las caderas mucho desde el nacimiento y bebés que nada. A estos bebés que se abren menos es a los que debemos poner más atención a su incomodidad. En cualquier caso, su posición debe ser relajada, no llena de movimientos ondulantes.

7. Simplemente no es el momento

Puede ser que simplemente el bebé no quiera ser porteado en ese momento. Esto suele ocurrir muy a menudo cuando el bebe inicia el juego de suelo.

Sí, sí, te lo prometo. Aunque mucha gente te diga que se van a malacostumbrar por llevarles en brazos, lo que la gente no sabe y por supuesto no ve, es que llegando a casa tu hijo te pedirá suelo e investigará su pequeño mundo, pero allí donde se sienta seguro, y eso es frecuentemente en vuestra casa. Y a veces esto ocurre mucho más rápido de lo que nos creemos. Y alternarás fácilmente ambos momentos de porteo con juego (tiempo) de suelo.

Además, ten en cuenta que el tiempo de porteo muchas veces significa tiempo de siesta… y ejem.. llega un momento en que: ¡no quieren siesta, mamá! Quieren explorar, que hay muchas cosas interesantes por ahí como para dormir.

Sigue tu instinto. Si sabes que tu bebé necesita dormir, portéale y en un rato estará dormido. Si ves que es más la curiosidad que el sueño, pues ea ¡a jugar!

Espero haberte ayudado a encontrar una solución conociendo la causa por la que tu bebé aparentemente no quiere ser porteado.

¿Crees que tu bebé llora por alguno de estos motivos o hay otros?

Comparte conmigo si a tí te han pasado otras cosas, o si te has reconocido en alguna.

1 comentario en “¿Por qué tu bebé no quiere que le portees?”

  1. Pingback: A mi bebé no le gusta ser porteado

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