Portear al bebé a la cadera es una de las posiciones más clásicas a la hora de llevar a nuestros hijos, con o sin porta bebés. Cuando los niños se cansan, quieren mimos, se dan un golpe, en casa, en la calle o sea dónde sea y en cualquier circunstancia lo más normal es que les cojamos en brazos y les coloquemos sentados sobre nuestra cadera. Es por así decirlo la manera más obvia y sencilla de cargar al bebé.
Para el niño esto supone simplemente responder a sus necesidades, bien por cansancio, por necesidad de contacto, por consuelo o para alimentarse es una necesidad física y emocional muy importante. Para nosotros, a veces, es un imperativo para avanzar rápido, para tenerlos cerquita o simplemente para ir a cualquier sitio cuando un niño o bebé ya anda solito.
Sin embargo para el adulto también supone, si no empleamos un dispositivo adecuado, un desplazamiento lateral de la posición natural de la cadera (foto2) que nos causa no sólo molestia sino una mala higiene postural que tiene que ser corregida al poco tiempo. Es decir, necesitamos cambiar la posición en breve o dejar de cargar al bebé o al niño.
Por otro lado el dolor de brazos debido al peso del niño suele estar en función del tiempo con el que hacemos esto con mayor o menor frecuencia, pero en breve tiempo se vuelve insoportable. Una alternativa muy masculina es cargar al niño sobre los hombros.
Cualquier niño o bebé al nacer mantiene de manera natural una posición tal que, si fisiológicamente nada se lo impide, va a permanecer sentado en la cadera con las rodillas ligeramente más elevadas que el culete. Es por lo tanto perfectamente adecuado y deseable utilizar una manera simple y sencilla de favorecer esta práctica: un portabebés.
Las sensaciones recibidas por el adulto permiten sentir entonces al bebé en total seguridad. El bebé correctamente sentado en una posición natural y con la espalda redondeada va a adquirir de manera esponténea, rápida y gradualmente el control de los movimientos de su cuerpo con respecto al porteador.

Desde esta posición el bebé aprende a ser porteado, aprende a controlar su cuerpo y se vuelve activo en el porteo, ya que a medida que el bebé crece y ya sea con o sin porta bebés el bebé se vuelve consciente de que si ejerce una presión con sus rodillas permanece más tiempo y mejor sentado en la cadera de la persona que lo portea. Igualmente el bebé a medida que su maduración fisiológica se lo permite se apoyará sobre sus rodillas para modificar su posición, o incluso para alcanzar objetos (eso que tanto gusta cuando empiezan a descubrir el mundo que les rodea).
Desde el punto de vista fisiológico se vuelve consciente de que compagina sus movimientos con esa persona, de manera que lo realiza de manera innata y casi inconsciente, acomplando sus movimientos a los movimientos del porteador.
¿Qué favorecemos cuando utilizamos una mochila porta bebés o un portabebé con posiciones de cadera?
Favorecemos que el bebé mantenga en una posición correcta, y que el adulto mantenga una posición correcta y que no perciba ni incomodidad ni dolor en cargar al pequeño. Es decir, evitamos dolores de cadera, cambios incorrectos de posición tanto de la parte baja del tronco, como una inclinación contraria del tronco superior. Esto es especialmente importante de cuidar en las mujeres puerperas, la higiene postural siempre es importante, pero lo es mucho más en los primeros meses tras el parto.
Portear al bebé a la cadera ¿Cuando podemos llevarle a la cadera con portabebé?
Si se desea, a partir de las 3-4 semanas ya podemos posicionar al bebé en la cadera. Hasta entonces se pueden utilizar los mismos dispositivos sobre el vientre, pero siempre cuidando de la correcta posición de la cadera del bebé, exista o no posibilidad de displasia. Mirarnos en el espejo, y verificar que las rodillas están posicionadas por encima de su culete es un signo claro y sencillo que nos ayudará a ver si la posición es correcta. Aunque desde el momento en que sea posible y si se ha detectado displasia, es preferible el porteo en la cadera.
Limites del porteo a la cadera
Cargar al bebé a la cadera es aún así una forma de porteo asimétrica, es decir sólo una parte de nuestro cuerpo ejerce el sosten de la carga por lo que no será una forma de llevar al bebé que nos permita ir más allá de las 2-3 horas sin molestias, bien en el hombro, bien en el tronco superior. Influye no obstante el peso del bebé, llevaremos más tiempo a un bebé de 1 ó 2 meses que a un niño que ya tiene un año.
Si aún utilizando un dispositivo portabebé, mantienes una posición incorrecta, verifica la manera de poner tu portabebé ya que el portabebé en todo caso, debe ayudarte SIEMPRE a mantener una higiene postural correcta! Y es seguro que hay algo incorrecto que te hace desequilibrar tu posición. Consúltanos, ¡podemos ayudarte!
Si aún no estás seguro de querer utilizar portabebés en tu vida con los niños, una bandolera es una solución económica y sencilla que te dará una impresión más cercana de lo que es cargar a los bebés de forma cómoda y sin molestias. ¡Atrevete a probar!
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